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“Es frecuente que los guaraníes se metan a la finca a robar naranja en grandes cantidades porque revenden. Los atracos son pequeños, pero por año sufro pérdidas de cientos de miles de kilos”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Ricardo Ranger, el productor citrícola damnificado en el caso de hurto de cítricos, por el cual la policía detuvo este martes a cinco jóvenes de una comunidad guaraní.
Ranger permanentemente denuncia delitos contra su propiedad, situada en un área rural de Mado y aunque en esta ocasión se encontró a los responsables, el hombre cree que el hecho va a quedar en la nada.
“No se investiga nada, de no ser por la presión que estamos haciendo los productores, autoconvocados quienes constantemente estamos sacando a la luz el robo de ganado, yerba y cítricos del que somos víctimas, nadie haría nada”, disparó Ranger.
“La fruta se vende ilegalmente, hay todo un circuito de reparto en camionetas y nadie hace nada de nada. La Justicia en Eldorado, no anda, no funciona”, sentenció el productor.
Si bien, en los últimos días, por disposición del Ministerio de Gobierno, la fuerza provincial intensificó el patrullaje rural por la zona y de manera rotativa con tareas de prevención a través de sus distintas dependencias, para el productor es necesario que se impida el tráfico ilegal de lo robado.
“No se controlan las camionetas que circulan con fruta robada o fruta en negro, nadie hace nada”, insistió con evidente enojo.
En los procedimientos trabajaron conjuntamente la división Delitos Rurales de Nueve de Julio, las comisarías de Mado, de Victoria e investigaciones UR-III de Eldorado.
Presiones
Desde hace un tiempo, un grupo de productores autoconvocados, hartos de asistir al robo de su propiedad y que las denuncias policiales o ante la Justicia nunca lleguen a nada, comenzó un fuerte trabajo para lograr cambios significativos en la prevención de los delitos rurales.
“Era una vergüenza lo que estaba pasando, después que comenzamos a presionar para exigir un mejor trabajo de la policía empezamos a ver acciones, porque ya era insostenible ver cómo se están robando mi trabajo, con lo que mantengo mi casa”.
“Ahora hay que cumplir con el paso siguiente: el control de la venta ilegal, porque ¿de qué me sirve a mí que no se controle y ponga un freno a lo que se vende en el mercado negro? Si no se pone un fuerte control en ese aspecto, los robos van a seguir”, remarcó.
Ranger añadió que “es súper importante que el Gobierno provincial entienda que la inseguridad no permite la llegada de las inversiones. ¿Quién se va animar a montar una empresa para producir si sabe que le van a robar y nadie va hacer nada”.
“Actuar sobre lo ocurrido no sirve. Los cítricos robados no sirven ya que tienen que ir a los cajones con todos los cuidados, hay que estar antes”, pidió el productor.
Con armas de fuego y sin licencia
En un hecho sin relación con el robo de naranjas, pero llamativamente en un predio lindante a la propiedad de Ricardo Ranger, la policía también detuvo a un joven y un anciano, este último armado.
Ocurrió en el barrio Madre Tierra, donde los policías primero sorprendieron a dos sospechosos quienes aparentemente tenían intenciones delictivas e inmediatamente fueron demorados. El primero, un joven de 19 acompañado de un hombre de 61, quien portaba el arma con municiones que luego fueron incautados, por no poseer la licencia correspondiente.
Sobre el caso, Ranger comentó que “permanentemente se meten a nuestras propiedades a robar y no es la primera vez que andan armados. Por suerte estas personas hoy fueron detenidas, pero salen enseguida, nunca se hace nada”.